Lo más acertado es decir que las abejas tienen 5 ojos, aunque tampoco sería incorrecto decir que tienen miles.
Las abejas cuentan con dos tipos de ojos, 3 a los que les llamamos simples u ocelos que se encuentran en la parte superior de la cabeza y 2 que son los que podemos ver a simple vista a los que llamamos compuestos, con lo cual concluimos 3+2 = a que las abejas tienen 5 ojos.
Ojos simples u Ocelos.
Estos son unos órganos muy elementales que se encuentran organizados en forma de triángulo en la parte superior de la cabeza, arriba de las antenas. Las abejas no pueden formar imágenes con estos ojos y únicamente les sirven para detectar la intensidad, longitud de onda y la duración de la acción de la luz.
Los usan fundamentalmente en el interior de la colmena, para visión a corta distancia y en condiciones de oscuridad.
Ojos Compuestos de las abejas
Estos ojos son los que normalmente distinguimos que se encuentran a los lados de la cabeza de la abeja y estan formados por un numero muy grande y variable de peuqeñas estructuras hexagonales llamadas omatidos, al rededor de 6 mil y este numero es variable entre las diferentes castas.
Cada uno de estos omatidios tiene una pequeña lente, y su retina está dividida en partes que corresponden a cada una de esas lentes. De este modo la abeja percibe con ese ojo compuesto tantos puntos de luz como divisiones tiene, y así recibe una reproducción en mosaico del objeto delante de él.
Estos omatidos son pequeñas estructuras que de por si solas ya forman un “ojo” con su propia córnea, su propio cristalino y su propio sistema receptor de la luz. Cada uno de estos omatidios tiene un funcionamiento independiente.
El número de omatidios de los ojos compuestos de las abejas varía entre las diferentes castas.
Las abejas reinas tienen 4.290 omatidios, las obreras 6.300 y los zánganos 13.090. Por tal cuestión las abejas obreras y los zánganos ven mejor que las abejas reina. Es interesante reflexionar sobre esto ya que cada casta adapta su visión según sus funciones.
La abeja reina sólo necesitará el sentido de la vista una vez en su vida, la única vez que saldrá de la colmena para su vuelo nupcial, y para la vuelta a la colmena después del mismo.
Las abejas obreras necesitarán el sentido de la vista toda su vida para la recolección, la localización de la colmena, la percepcion de colores, la intercepcion de movimietos rápidos y todo lo necesario para la polinización y la producción de miel.
En el caso de los zánganos, la visión es más importante aún, ya que su misión principal es localizar a las hembras vírgenes en el vuelo nupcial y copular con ellas; por eso tienen los ojos más grandes, más abultados y con mayor número de omatidios.